Distancia: 105km
Tiempo de pedaleo: 5h
Desnivel: mts (poco)
En las llanuras de la rambla de la viuda de Don Rodrigo, en el anyo del Senyor del dos millardos et oncem.
Los nobles guerreros se disponen a blandir fierro con fervor por los diezmos del condado: Don Pedro de Manrique Señor del faixero, Don Tigretón del Maestrazgo Señor de los brevajes et pocimas, Don Luis do Corunha Señor do peralte, Don Chus del Olivar Señor del hueco i yo mesmo, Don Carlos, Señor del flow que saluda con fuego.
Se reunen los fieros omnes en torno al campamento cruzado de lord Elians, tras velar sus armas en la basílica de Lledo.
Con la luna aún en lo alto y con mucha Fe e Oración los bravos nobles salimos en busca del infiel, era tan obscura la noche que la montura de Don Tigretón del maestrazgo descabalga a nuestro bravo fidalgo caiendo de hinojos sobre el duro suelo.
¡Voto a Brios!, exclama cual omne poseido, pensando que los fechizos del infiel empezaban a surtir efecto.
Prestas de nuevo las monturas dirigiéronse al Castillo de La Coma (Señorío de Felipe el fermoso, Señor del caballo grande), allí agupáronse con las huestes con los nobles Fidalgos del Castell de Montornés, a las ordenes del grande Vizconde de los Tercios de Montornes, Maese Rafael curtido et invicto en cienes de afrentas contra el infiel, le acompañan sus fieles escuderos, Miguel de Barberans, Señor de la laja, Sisco de Al manzur, Infiel convertido y Manuel del desierto, Señor de la plana.
Reagrupadas las huestes salimos prestos, pues la primera lid esperaba a tan gallardos et bravos guerreros.
Al alba se rinde el Castell de la Coma, reconquistándose en nombre de Felipe el fermoso, que asusentose por un asunto de armas.
Los últimos guerreros llegando al Castell
Rendido el Castell, no hubo infiel que se resistiera a los aceros de estos guerreros, así, los valerosos fidalgos se prestan a salir en su persecución.
Escondiéronse entre la vegetación del Barranc de Porc, cayendo de nuevo Don Tigretón del Maestrazgo en un nuevo hechizo del infiel.
Aunque con presteza vuelve a cabalgar para continuar la razia.
Seguimos al infiel en su huida, ahora ya en campo abierto, la montura de Don Chus del Olivar pierde una ferradura, quedándose los nobles guerreros apostados a su alrrededor por si el infiel decide reagruparse y atacar.
Avistado de nuevo el infiel en la Via Augusta, entramos de nuevo en batalla y como es honor de gran estratega los corceles veloces en vanguardia e las monturas corazadas en retaguardia.
Tras esta litis dónde nuestros fieros omnes deben atacar y reagruparse continuamente, alcanzan y montan campamento en el Señorío de Los Ibarzos, dónde su horno y huerta, alimenta a todo el condado.
Allí nos encontramos con César de la Estrella y el Hornillo, Señor de Mosqueruela, el Bispal y Puertomingalvo, viene enviado por el Rey para observar de cerca la batalla, es de buen anfitrión facerle un hueco junto a la lumbre en el campamento.
Tras este grandioso llantar, dirigiéronse a la batalla de nuevo, dónde Perdieron a Don Luis y Don Sisco, feridos por una flecha certera del infiel en el Señorío de La Barona.
La vanguardia avisa de la revelión de los vencidos en la Pobla, et allí dirigiéronse nuestros fidalgos, al grito de ¡Por San Jorge!
Rendidas ya las ultimas huestes enemigas et apaziguada la comarca, nuestros cruzados vuelven por la cuesta del Bruno para cada cual partir hacia su castillo dónde les esperan, cariñosas, sus bellas donzellas.
Y he aqui que lo cuenta este humilde joglar, para que de boca en boca et de generación en generación se conozcan las fazañas de estos nobles guerreros que campearon con fidalguia et honor.
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