domingo, 31 de julio de 2011

Pedales de León, en dos días. (día 2)

Ruta: Pedales de León, en dos días.
Distancia: 220 km
Desnivel: 6.300 m
Tiempo de pedaleo: 16h 15min


Bueno, vamos ahora por la crónica y fotos del segundo día, la etapa de ayer, apenas fueron 105km y unos 3.400 mts de desnivel, aunque a Chus le pareciera la mas dura que había hecho ¿ya se ha olvidado de la Vip extrem de hace 3 semanas?, ¿y no se acuerda de todas las megas que llevamos este año, aunque no haya venido a ninguna?.

Desayunamos a las 7:30, vemos a unos bikers en el hosal de enfrente y enseguida se va Chus para avisarles que la vamos a hacer en dos días, hombre, si preguntan esta bien, pero no hay que ir fardando.

Fresca la mañana, con el desfiladero del Cares al fondo.


Los primeros 20km por lo menos son  en carretera, yo me encuentro bien y aprieto, seguro que lo pago mas tarde, pero así me doy el gustazo de pillar a Felipe frío, 5 minuti, no está mal.


Paramos en el mirador, fotos de rigor.


Lo dicho, 5 minuti.


Agrupamos en el collado, llega Chus a otros 5 minuti y suelta, 'he subido relajado', Felipe, si Chus hubiera querido, te moja la oreja, juas.


Bajamos el puerto por asfalto, hasta que al final aparece la tierra.


Primero bastante rodadora, de repente un subidón infernal, yo sigo apretándole a Felipe, pero esta vez ya ha calentado el diesel y soy yo el que cedo, 20 segundi, como no.

Coronamos y encontramos a unos bikers mallorquines, ellos van a 4 etapas, nos preguntan y al final tenemos que cantar, vamos a 2 y con prisa, que Felipe, Luis y yo dormimos en Castellón ese mismo día.

César nos da su bendición tras ver la imagen allá a lo lejos de Chus empujando la bici (paece que Manuel aún va mas atrás), 'tirad que vosotros tenéis mas prisa', nos sabe mal, juas, pero objetivamente no hay otra opción, así que ponemos ya ritmo serio.


Bajamos el puerto, algo de llano y nueva subida, aquí noto que me falta ritmo, poco a poco se van Luis y Felipe y tengo que forzar el zoom de la cámara, (porque el de las piernas, nada de nada).


Me esperan unos cuantos minuti tras cada subida, yo tengo que mantener mi ritmo para llegar entero, y, por supuesto ir comiendo, aunque hemos quedado que una vez sean la una y media, pararemos a comer en el primer pueblo, allí pongo mis esperanzas de recuperarme.

Otra subida, como sería esta de descarnada que un tractor con remolque nos cede el paso y no nos coge en toda la subida.


Esta coronamos juntos pero, sorpresa, tras coronar, pillamos un desvío y enlazamos otro puerto, así que me toca desconectar las funciones cerebrales no vitales y concentrarme en el pedaleo.


La situación va tomando un mal cariz, ya pasan de las 14 y ni rastro de un pueblo, el primero que viene no tiene bar, al menos fuente si que hay.


Venga, unos cuantos sube y baja mas y aparece otro pueblo, preguntamos y nos dicen que hasta meta nada de nada, así que hay que parar a comer como sea, al menos llevamos energéticos encima, les pido que paremos un buen rato para ver si vuelvo a un régimen de funcionamiento decente.

Vaya, el lavadero-piscina me está llamando, ven, ven:


Tras una media hora aproximadamente, reanudamos la marcha, sigo por detrás, aunque con mejores sensaciones, un alivio.


El principal problema de la vuelta es que nunca tuvimos claro los km que nos quedaban, y tras cada subida y bajada encadenábamos otra subida.


El sol calienta de lo lindo, lloviendo en Castellón y aquí ni una nube.


Bueno, al menos vuelven las sendas entre robles y en sombra, una delicia, aunque hay que reconocer que con la mente en el final de etapa no se saborean como se debería.


Todas son muy fáciles en esta etapa.


Pincha Felipe, yo sigo para afrontar los siguientes 200 mts de desnivel, aunque encuentro un cruce y tengo que esperar.


Acabamos la subida por pista y nos metemos en una larga senda subiendo, divertida, si tienes fuerzas, claro.


Ya íbamos pensando que era la última subida, ni de coña, quedan unas cuantas, aunque afortunadamente no muy largas, pero cuando estás esperando la última bajada hacia meta, esta no llega nunca.


Sigamos con la senda, que hay que disfrutarla.


Felipe vuelve a pinchar, opta también por la estrategia de no reparar, así compensamos, mis retrasos con sus paradas a hinchar.


Otra vez de nuevo en pleno secarral, encima la fuente era un abrevadero 'no recomendable'.


Bueno, al final llegamos a Cistierna a las 17:45, pensando solo en la ducha y la cerveza posterior, en mi gps veo que he pedaleado en 2 días 16h 15min, y un desnivel de unos 6.000 mts, exactamente lo mismo que la primera edición de la pedals de foc nonstop, la buena, la que cortaban en Montgarri al que no llegaba a tiempo y que se bajaba a Vielha por senda.

A las siete pillamos el coche y dirección Burgos, paramos allí, llamamos a los chicos, están bien, solo les han caído dos horitas, aunque ellos han parado a comer y seguro que han estado mas rato que nosotros, mientras, Felipe se come una carrillera sobre lecho de patatas.


Y Luis y yo compartimos un humilde filete de ¡1.800 grs!.


Del que dejamos el hueso, como recuerdo.


Ya bien cenados, nos dirigimos a Castellón, dónde nos deja en casa a las 4 de la mañana. ¡MISIÓN CUMPLIDA!




sábado, 30 de julio de 2011

Pedales de León, en dos días. (día 1)

Ruta: Pedales de León, en dos días.
Distancia: 220 km
Desnivel: 6.300 m
Tiempo de pedaleo: 16h 15min


Se acaba el mes de Julio y casi no hemos cogido la montañera, así que Manuel propone hacer una ruta por la montaña leonesa y para allá que nos vamos César, Chus, Luis, Felipe, Manuel y yo, encima, el viernes y el lunes trabajamos, así que solo hay una opción, hacerla en dos días y aprisita.


Vemos en la web oficial que ofrecen distintas alternativas, en 6, 5, 4 incluso 3 días, esto último solo para muy, muy preparados:

"Únicamente para expertos y sólo si no se dispone de más días. Pocas etapas, muchos kilómetros diarios y por un terreno rompepiernas muy duro. Las prisas no permiten disfrutar de la ruta. Un reto."


Nosotros ya estamos acostumbrados, basta con analizar el track y ver si es o no factible y vemos que si.

Así que empieza la aventura, el jueves mandamos la bolsa por mensajero a Posada de Valdeón, así tendremos ropa limpia el sábado por la noche para cenar y la de pedalear el domingo, la logística es muy fácil, solo hay que reservar un hotel ya que disponemos de casa en León, aún así, al final optamos por pernoctar de igualmente en Cistierna antes de salir, en el Hostal Moderno, aquí hay que hacer un paréntesis para explicar lo bien que nos trató su dueño, el hostal es viejo, acababan de reabrirlo hace 8 días y las habitaciones, sin lujos, eran suficiente para pernoctar una noche, además, el dueño se ofreció a guardarnos las bolsas para no tener que dejarlas en el maletero 2 días y ,si con eso no era suficiente, nos ofreció una habitación para que el domingo nos ducháramos tras la ruta, así que no tenemos mas que buenas palabras hacia él y desearle que le vaya bien en este nuevo negocio que ha comenzado.


Sábado por la mañana. Primera etapa.
Desayunamos fenomenalmente en el Hostal Moderno y llega Manuel que había dormido en Valencia de Don Juan (León), montamos las bicis y empezamos la ruta, al principio alguna duda con el GPS, pero cuando ya coges la dirección buena, no hay pérdida.

El paisajes el típico de las montañas de León, pistas limpias y con alguna rampa que quita el hipo, al principio el ritmo es mas bien de paseo, o asustan los 110 km o llevan bien controlado el tiempo.


La ruta, casi siempre por pista, va encadenando subidas, nunca ningún puertazo de esos de 10km, pero las subidas que hay tienen unas rampas muy exigentes.


De vez en cuando algún tramo de single-trail que se agradece.


Todo lo que se ve por delante, montaña, montaña y mas montaña


Casi siempre por pista, de vez en cuando pillábamos alguna sombra.


Aunque en los primeros 70 km, predominan las zonas soleadas, me pregunto si será mejor hacerla n primaera u otoño.


Otra vez a coronar.



Pasamos por Crémenes, mas o menos a las 11 de la mañana, nos sentamos a almorzar un plato de embutido, ¿uno?, no, Chus se ha quedado con hambre y pide un repito para todos.


A medida que avanza la etapa, las rampas son mas largas y empieza a abrirse huecos entre los ‘amigos’, asi que nos da tiempo a desmontar y hacernos algunas fotos.


De nuevo alguna senduca después de una buena subida.


Que aprovechamos para relajar los músculos.


Estamos continuamente recorriendo zonas de pasto.


Poco a poco vamos aproximémonos a los Picos de Europa


Desde luego, el paisaje es bien diferente al que estamos acostumbrados.


En la última subida hemos tenido un pequeño percance, la rueda de Chus se ha destalonado y la válvula s ha quedado atascada, perdemos casi una hora hasta arreglar la avería.


Ya vamos con prisa y se nos tira encima la hora de comer, al próximo pueblo paramos.

Ahora no recuerdo el nombre del pueblo, creo que era Lois. Nos atendieron bien en un bar que había, aprovechamos para rehidratarnos bien con cerveza y cocacola y un plato combinado para comer.


El pueblo es pequeño, pero la iglesia es bastante grande.


Otra vez para arriba, este es el penúltimo puerto del día y estos dos últimos ya son mas cañeros.


Aprovechamos unos relevos que nos dieron estos espontáneos:


Algún tramo en sombra si que había.


Hay hueco con Chus, tengo tiempo de sobra para dar rienda suelta a la vena artística.



Paramos un buen rato casi en el collado y seguimos sin noticias de Chus.


Al cabo de un buen rato, aparece Chus arrastrándose en lontananza, reagrupamos y ya nos metemos de lleno en lo mejor de la ruta.


Bajamos ahora hacia ¿Soto o Pío? de Sajambre, sin duda la mejor zona de la ruta, la que va desde aquí hasta Posada de Valdeón dónde dormiremos.



Se trata de una senda bastante larga.


Empieza a adentrarse en un bosque precioso.



Ahora ya hemos ‘amortizado’ el viaje, a partir de aquí todo son ganancias, juas.



Sobran las explicaciones:







Como pensábamos, no toda la senda es ciclable, tenemos que ir casi por encima de un pequeño torrente embarrado un ratillo.




Al final se vuelve ciclable y nos deja en una pista rápida que nos deja en ¿Pío o Soto? de Sajambre.




Aquí están en fiestas, así que en la barra de la comisión de fiestas Felipe y yo nos hacemos la cerveza de rigor mientras nuestros sufridos compañeros han optado por repostar en una fuente de aguas cristalinas, los compañeros de barra nos preguntan dónde vamos a dormir, al decirles ‘Posada de Valdeón’ responden inmen¡diatamente: ‘vais a llegar de noche’.

Imposible, pienso yo, son las 18h y ‘solo queda un puerto’, es cierto que el mas largo, pero aún haciendolo andando deberíamos llegar de día.

Encima, hasta Oseja de Sajambre es por asfalto, así que ritmo vivo, que lo que va delante, va delante, luego, nada mas entrar en la pista, la rueda de Manuel empieza a perder aire, como casi siempre, usamos la táctica equivocada, intentar continuar hinchando esperando el milagro del líquido sellante.

Paramos un buen rato en el mirador y Manuel sigue sin aparecer.



Así que aprovechamos para sacar algunas fotos mas (y de paso salir yo en alguna).


Tras unos momentos de indecisión, por fin se decide a poner cámara, así que ya hasta el final de etapa sin contratiempos.

Se me olvidaba, el paisaje sigue siendo espectacular, ya estamos en plenos picos de Europa.



Hemos parado y rearrancado tantas veces que coronamos el puerto casi juntos, César, Luis y Felipe por delante, a mi (que iba indicando los cruces a Manuel y Chus) no me ven y se van por la pista.



Espero a que coronen unos pocos minutos, lo justo para buscar la fuente, poner agua y volver a la pista, al llegar ellos, se ponen los paravientos y nos lanzamos por la pista.

La pista es rapidísima, y los tramos de subida (al 8%) parecen llano comparado con lo que hemos tenido que subir hoy.


Con la niebla se me ha empañado el objetivo, pero aún así los 12km de pista lisa son increíbles, desde  luego estos últimos 30 km han sido de 5 estrellas.


Llegamos a Posada de Valdeón a los pocos minutos que el grupo cabecero, nos duchamos y a disfrutar, son las 21h y todavía queda luz, sin las dos paradas mecánicas (casi hora y media) y el repito del almuerzo (casi otra media hora), nos hubieramos plantado en Posada de Valdeón a las 19h, tiempo de sobra para descansar, aún así, primero unos ‘culines de sidriña’ y luego una buena fabada nos dieron fuerzas para el día siguiente.