Vall d'Uixó - Almedijar

Ruta: Vall d'Uixó - Marianet - Azuebar - Mosquera - Km 13 - Almedijar - Castellnovo - Soneja - Sot de Ferrer - Polvorín - Escales - Arañas - Garrut - Vall d'Uixó.
Distancia: 75km
Tiempo de pedaleo: 5h
Desnivel: 1.850 mts
Track



Tras los últimos comentarios de Chus sobre mi poco 'estilo literario' voy a darle un giro a la crónica.

Sábado 6:35, noche cerrada, me dirijo hasta casa del todopoderoso guerrero Chus que me espera con el Halcón Milenario, nos dirigimos hasta Fadrell dónde Luis está presenciano el desfile de ánimas que corren a casa a ocultarse antes de que los primeros albores se asomen en el horizonte.

7:30 El halcón Milenario llega al punto de encuentro, ni rastro del resto de las tropas rebeldes, enseguida llega Manuel, luego 2 caballeros Jedi (Yeti quiero decir, Rafa y Miguel), ocultos en un transporte de la Federación, y al momento el temible Peiró que es el único que le da miedo a Chuck Norris.

Parece que no hay prisa, el tiempo pasa inexorablemente y todavía las naves no están listas para el ataque, 7:45 noto un vacio en 'LA FUERZA', Manuel ha salido, rápidamente me pongo en marcha, no puedo dejar a jefe rojo solo ante el peligro, mientras, el resto de tropas rebeldes siguen sin dar señales de despegue.

la Vall-Alfondeguilla, como siempre apretamos el botón de hiperespacio, lo cual provoca que al inicio de la pista lleguemos desperdigados, un pequeño reagrupamiento, sin que se note mucho, y para arriba, que queda mucha tela que cortar.

Coronamos arriba del Marianet, en este punto todavía ni me he acordado de sacar la cámara, reagrupamos de nuevo antes de la paridera y de nuevo jefe rojo aprieta el hiperespacio, le siguen a cierta distancia, pero con hueco, los 2 caballeros Jedi y yo tras ellos, me acerco tanto a Rafa que me como una piedra enorme, acabo con los huesos en el suelo, aunque sin soltar el manillar, sin consecuencias, llevaba los escudos al 100%.



Salimos a los almendros.



Bajamos por su senda.



Llegamos a la carretera de Chovar y seguimos por asfalto hasta Azuebar, entrando por la pista de la mosquera, aún siendo asfalto, hemos perdido a Chus y a Peiró, me quedo a esperarles para ver si están por la labor de subir hasta arriba del todo, Chus se bajará por carretera y Peiró seguirá hasta el km13 con nosotros, como me han esperado les indico que podemos subir un rato por senda y así hacemos tiempo para que nos coja Peiró.



Menudas 'sureras' hay en la senda de los helechos, es bastante corta pero está bien para reagruparnos.



Coronamos la pista de la mosquera y nos dirigimos por carretera hasta el km 13.



La senda esta algo cerrada al principio y bastante mojada, aunque sigue siendo una delicia, ya llegados al barranco vemos que la han desbrozado bastante.





Pasos estrechos dónde casi no cabe el manillar.



Y mucha agua, se notan las lluvias del último mes.





Llegamos a las 10 y poco al bar,dónde vemos gente de las distintas lunas de la constelación Espadán, reponemos fuerzas con unos 'especial colesterol' y rocket fuel (carajillo).



Salimos pues dirección Castellnovo, hace frío a la sombra, así que apretamos a buscar cobijo bajo la luz del sol.



Pronto llegamos a la senda de Castellnovo a Soneja, por primera vez la hacemos después del incendio del año pasado y el aspecto es desolador esperemos que tras las lluvias vuelva ha poblarse de verde esta primavera.



La senda es larga y toda ella la trazamos por zona quemada, una lástima.





Llegamos a Soneja tras cruzar el río Palancia.





Aquí sufrimos un percance mecánico, la yeti de rafa ha perdido un tornillo del basculante y eso le hace imposible continuar, nos llama por teléfono para avisarnos, le decimos que al menos se acerque como sea hasta la carretera dónde estamos nosotros, desmontando una señal de STOP para sacar un tornillo con rosca del 8 para arreglarlo.

Al final no fue necesario, sacamos el tornillo de la tapa de la potencia, se lo colocamos a la pinza de freno del disco delantero y usamos el que hemos quitado de la pinza para sujetar el basculante, ¿resultado?, pues inmejorable, Rafa va a poder acabar la ruta con todas las trialeras que nos quedan. Primero la senda hasta Sot de Ferrer.



Luego subimos al calvario.



¿Esto es hueco?



Tras la subida vamos a por la senda.



Pista y a por la siguiente, la de la pirotécnica, que por fin hago toda montado.



Salimos a la zona de Escales, ¡que buen día nos hace!.



En la pista de Alfondeguilla nos encontramos a un figura, especie de cicloturista, sin casco, barba de no se cuantos años que nos pregunta como ir hacia Alfondeguilla, para acto seguido pegarse una vacilada del 10, 'es que yo vengo de Viver' y 'bajar, bajais mas, pero subir, no subís un pimiento', claro, nosotros 'solo' habíamos ido de Vall d'Uixó a Soneja y estábamos ya de vuelta, así que se desatan los truenos, cargamos el plato y empieza una nueva 'estampida'.

Como consecuencias de la estampida nos encontramos en la entrada de las arañas Rafa, Manuel, Miguel, Luis y yo, los primeros ya se han metido pista adentro, así que optamos por continuar, tanto Peiró como Chus saben el camino, pensamos que Chus se saltará las arañas para que luego lo pillemos subiendo garrut, no ha sido así, Chus lleva toda la ruta a velocidad de 'hiperdespacio' y opta por apretar el botón de abortar ruta junto con Peiró.



Tras Arañas, se fracciona el pelotón, Miguel y Manuel siguen con su particular pique y Rafa y yo nos quedamos a esperar a Luis, que ha tenido una 'chupada de cadena'.

Subimos Garrut, subidón corto pero intensísimo, vemos a los 2 de cabeza, pero no llegamos a enlazar, nos lanzamos pues por esta senda larguísima.



Al final de ella, tras un rampón del 10, empieza una nueva bajada por senda que llega hasta los coches, dónde nos espera el todopoderoso guerrero Chus para llevarnos a casa:

Cuando él nació, como todo espartano fue examinado. Si hubiese nacido pequeño o raquítico, enfermizo o deforme habría sido descartado. En cuanto pudo mantenerse en pie fue bautizado en el noble arte del combate. Le enseñaron a no retirarse jamás, a no rendirse jamás a que morir en el campo de batalla al servicio de Esparta era la mayor gloria que podía alcanzar en vida.