Distancia: 60 km
Desnivel acumulado: 2.000 mts
Tiempo de pedaleo: 5h 00min
Track (muy pronto)
Sabed de una nueva fazaña de los caballeros templarios, que aquí vos glosa este humilde joglar.
Situose esta vez la aventura en la sierra de Irta, dónde los castillos templarios estan siendo atacados por el infiel, en el anyo del Señor de dos milliardos et docem.
Esta vez fueron 9 los nobles guerreros dispuestos a blandir fierro con fervor para liberar los Castillos de la orden del Temple, con la luna en lo alto, se congregan en la villa infiel de Al-Cocebre los valerosos fidalgos: A las ordenes del grande Vizconde de los Tercios de Montornes, Maese Rafael curtido et invicto en cienes de afrentas contra el infiel, le acompañan sus fieles escuderos, Miguel de Barberans, Señor de la laja, y Manuel del desierto, Señor de la plana, de los señoríos de La Plana llegan Don Luis do Corunha Señor do peralte, y Don Chus, poderoso guerrero, sin miedo a leyes ni a nostalgias, también llega Don César de la Estrella y el Hornillo, Señor de Mosqueruela, el Bispal y Puertomingalvo, viene enviado por el Rey de Aragón para observar de cerca la batalla, Don Xavier de Benadresa, alquimista inventor del básamo de fierabrás, i yo mesmo, Don Carlos, Señor del flow que saluda con fuego.
Allí nos unimos con Don Josete de la Blanca Torre, caballero local que con su caballo grande nos acompañará en la persecución del infiel.
Habeis de saber que la cabalgada amaneció con esplendoroso dia, sol en lo alto y temperatura que refrescaba en omne las carnes e las mientes.
Prestas las monturas, los guerreros se disponen en formación, en vanguardia Maese Rafael, Don Miguel, Don Luis y yo mesmo, dejando la difícil misión de vigilar la retaguardia a Don Chus, misión que cumplió a la perfección durante toda la cavalgada.
Con Nervio et Ansia la primera lid esperaba a tan gallardos e bravos guerreros que, saliendo de la costa, comienzan a ganar altura rápidamente, librándose la primera batalla con gran fierexa, Don Xavier, valeroso a la par que inconsciente, hizo su primera et última aparición por vanguardia, un dardo certero del infiel lo inutilizó para el resto del día.
Viendo que el infiel dirigiose hacia el Castillo templario de Alcalá, se disponen nuestros caballeros a perseguirlo, librándose otra gran batalla en la senda de la carrera, dónde la litis volvió a caer del lado de nuestros guerreros.
Ya rendido el infiel, acordaron nuestras mercedes acercarse al Castillo a comprobar que todo sigue en orden, aprovechando esos momentos para reposar mientras llega la retaguardia, primero llegan Maese Rafael, Don Miguel y yo mesmo, al rato el resto y mas tarde Don Chus, y detrás de Don Chus, no viene nadie.
Bajan pues hacia el llano de Alcalá para acabar el reconocimiento y comprobar que la aldea esta apaciguada, dónde deciden volver a la sierra para perseguir a los infieles no redentos, que se han vuelto a reagrupar.
Entraron al galope por el valle del Estopet, dónde el frío congela las aguas, ha sido tan rápida la incursión que la vanguardia se queda sola, debiendo bajar el ritmo para reagruparse.
Ahora hay que subir por dónde los guerreros sempre facen pie, incluso los ligeros corceles pierden el paso y hay que desmontar para que no se fatiguen en exceso.
Lanzáronse los bravos guerreros por el desfiladero que baja a la font de en canes, dónde terribles alimañas esconden sus fauces esperando la presa, esta vez, la diligencia y el buen facer de nuestros señores triunfaron, oyeronse vítores al llegar, pero terribles noticias nos aguardaban, el Castillo Templario de Santa Magdalena, patrona nuestra, se halla sitiada por piratas berberiscos, sin descanso, con fuerza et honor partimos raudos a socorrerlo.
De nuevo se rompe el grupo, la vanguardia, sedienta de sangre se lanza al galope, optan por el camino mas corto, el desfiladero de la mallada de la rabossa dónde hay que dirigir con precaución las monturas ya que ciertos pasos estrechos e inclinados aconsejan hacerlos desmontados.
Es tan pronta nuestra reacción que los piratas huyen al oir resonar los cascos de nuestras monturas sin duda imaginánronse que un gran exercito les sitiaba.
A la voz de ¡muerte al infiel! la vanguardia continúa en su persecución, mientras el grueso de la columna, opta por esperar a la retaguardia.
Superada esta contienda con éxito, tras 40 km y 1700 mts de desnivel acumulado, agrupáronse en la villa de Santa Magdalena, dónde una alegre posadera colmó sus estómagos con frescas viandas y un vino superior.
Aprovechamos la ocasión para reforzar las ferraduras que tanto han sufrido en los pedregosos caminos de su extenso alfoz.
Ya solo queda empujar a los piratas hacia el mar, al grito de ¡ira y fuego!, lanzamos de nuevo las monturas en su persecución, atravesamos la mallada de la rabossa, dónde algunas flechas desmontan a nuestros valientes, tan solo son rasguños sin importancia.
Intentaremos cortarles el paso por el desfiladero de la playa del ruso.
Ya en la costa, lanzamos nuestros corceles hasta darles alcance, finalizando así con gran victoria, apresando a piratas et hundiendo sus bajeles.
Asegurada la costa, partieron cada señor hacia sus castillos, dónde alegres damiselas les esperan para agasajarlos y limpiarles sus feridas, despidieronse allí nuestros amigos emplazándose para dentro de 7 lunas para asegurar las tierras recién conquistadas del Jinquer.
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